Bouquets de Rosas

Amor Redentor

"Soy coronada en victoria, por un verdadero príncipe que ama mi alma. JESUCRISTO".

Dicen que las mujeres somos un mar de secretos que guardamos en el corazón, me atrevo a decir que sí.

Me alegra saber que Dios sabe cada secreto y Él está dispuesto a sanar cada situación, Él me ha enseñado que las ruinas Él puede tomarlas y reconstruir. Lo que parece que no tiene solución Dios dice sí lo tiene. El dolor más profundo en tu corazón por más difícil que sea lo que sucedió Dios dice sí puedo sanarlo, ¡¡ créeme sé lo que estoy escribiendo !! Hay pérdidas que son irreemplazables pero Dios te dice sí puedo devolver belleza, sí puedo ayudarte, sí puedo restaurarte, estoy aquí para abrazarte. Jesús vino a sanar a los quebrantados a los que están rotos, a los heridos, a los lastimados, a los que cometieron grandes errores y pésimas decisiones.

Jesús me ha ayudado a entender mi verdadera identidad en Él, me gustaría decir que el camino ha sido muy fácil, la realidad es que no, muchas veces caí en la trampa de pensar “no soy suficiente”, “no soy muy linda”, “debo de hacerlo en mis fuerzas”, “no cumplo con todas las características”, etc miles de etiquetas que uno se pone.

Pero con Dios lo más hermoso es que cuando más necesitamos de fortaleza, Dios la da, Él no se da por vencido con nosotros, es muy sencillo tener esa máscara de víctima y pensar que es mejor disfrazarnos de debilidad, pero no hay nada como venir con Dios y entregarle nuestra debilidad en oración, para verla transformada en fortaleza.

Él nos revela su verdad, Dios nos ha coronado de victoria gracias al sacrificio de Cristo en la cruz, Cristo entregó su vida para redimirnos, pero de igual forma para sanarnos, no sólo de dolencias físicas, sino de las heridas más profundas, dicen que las mujeres somos un mar de secretos que guardamos en el corazón me atrevo a decir que sí, hay cicatrices que sólo Dios las sabe, ya que sólo Él las puede sanar por completo, heridas en el alma que a través de su amor son sanadas y transformadas en belleza, ¡Sí, en belleza! nunca pienses qué algo no puede ser sanado, para Dios no hay imposibles. Él restaura nuestra identidad, somos hijas, nuestro valor no depende del exterior o de alguna persona, nuestro valor lo define Dios, somos formadas por su palabra, Él nos ayuda a vernos con sus ojos. Tal vez recibiste palabras hirientes o burlas, tal vez golpes, tal vez tomaste una decisión que pensaste que Dios nunca te perdonaría ¡¡¡¡ créeme !!!! Pase por todo lo que acabo de escribir, pero nada de las heridas o errores define lo que realmente somos, lo define Él. Cristo se entregó en la cruz por amor, dando su vida por nuestro rescate, la victoria es que Él ha resucitado, Él es experto en sanar todo lo que está roto, Él es experto en dar vida donde hubo muerte, Él es experto en regresar alegría, gozo y bendición donde hubo lamento, dolor y pérdida. Para Él somos esa perla de gran precio en sus manos, su más preciado tesoro, la niña de sus ojos.

La verdad es que “Soy coronada en victoria, por un verdadero príncipe, que ama mi alma”. Jesucristo.

Él también es tu príncipe, decide aceptar la verdad, esa te hará libre. Recibe su amor redentor y deja que de las ruinas, Él construya belleza.

Isaías 61

El espíritu del Señor está sobre mí,
porque el Señor me ha consagrado;
me ha enviado a dar buenas noticias a los pobres,
a aliviar a los afligidos,
a anunciar libertad a los presos,
libertad a los que están en la cárcel;
2 a anunciar el año favorable del Señor,
el día en que nuestro Dios
nos vengará de nuestros enemigos.
Me ha enviado a consolar a todos los tristes,
3 a dar a los afligidos de Sión
una corona en vez de ceniza,
perfume de alegría en vez de llanto,
cantos de alabanza en vez de
desesperación.
Los llamarán «robles victoriosos»,
plantados por el Señor para mostrar su gloria.

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