En estos días he pensado mucho en que tanto estoy dejando el completo control de mi vida a Jesús, y es que por momentos quiero seguir haciendo las cosas a mi manera. ¿Dejar que realmente Jesús tome el control total de mi vida? ( absoluto control) en broma le dije a un amigo la semana pasada queremos que Toretto maneje nuestro auto y sea rápido y furioso pero debemos de aceptar la velocidad de Cristo en nuestro auto, en nuestra vida completa, dejar que Él lo haga a su ritmo. Me he encontrado luchando con Dios por momentos por querer hacerlo a mi velocidad, a mi tiempo. Escuche su Espíritu en un momento de quietud cuando le dije ya no quiero y ya no puedo hacerlo a mi manera (I surrender)me rindo, y escuche lo siguiente: debes de florecer en cualquier situación, ….en donde no veas….Florece, en donde parece que te duele ……Florece, en donde no entiendas nada Florece, cuando no veas el resultado que quieres … Florece, cuando sientas que el tiempo te está acorralando … Florece.

¿Florece? 

Florecer va de la mano con permanecer, florecer implica tomar la decisión de dar lo mejor incluso en medio de la frustración o el dolor. Implica saber esperar el tiempo de Dios y dejar de querer hacerlo a nuestra forma. Florecer implica permanecer en fe. Florecer implica quietud. Florecer implica dejar de escuchar mis emociones y entrar en el dominio propio que me ha sido regalado a través de su Espíritu Santo. Florecer implica aceptar la belleza de cada momento, del tiempo de Dios, de cada proceso. Florecer implica paz. Florecer es dar lo mejor de mi sea cual sea la situación. Florecer es dejar que Jesús lo haga y pueda descansar en Él, así la verdadera belleza puede ser descubierta, puede salir la esperanza, la fe, el amor y la paz.

Si Toretto manejara mi auto llegaría más rápido, la realidad es que sería a mi manera, a la manera del hombre. Cuando dejo que Jesús lo haga puede parecer para los ojos humanos, para mi parecer, que voy lento. Pero de algo estoy segura, Él puede ver lo que ningún hombre puede ver y Él siempre me guiará por el camino seguro, en su voluntad y en el tiempo correcto, el cual es perfecto.

Seguir a Cristo es rendir por completo nuestra vida y sueños. La realidad es que Cristo siempre da lo mejor.

Deja que Jesús lo haga en su tiempo. Deja de luchar con el tiempo. Entrégate a su voluntad. Él sabe la historia completa y sabe lo que es mejor.

¡Florece!