El agradecimiento es un ingrediente fundamental en tu vida diaria, a todas nos pasa que de pronto suceden cosas que no estamos esperando, por ejemplo alguien nos hace sentir menos o puede ser que pasaron circunstancias adversas en el trabajo, en la escuela de tu hijo, con tu propia familia, tu esposo, mamá, papá, o si estás en el ministerio de tiempo completo, dificultades en la Iglesia, con los congregantes, etc.
Estamos expuestas a que surjan situaciones y cosas inesperadas, por lo regular nos llevan a enfocarnos en todo lo malo que nos está pasando y nos hacemos expertas en ver el frijol en el arroz. En ver ese puntito negro que está ahí y nos olvidamos de toda la belleza que está a nuestro alrededor.
Mientras estaba en oración, el Señor me hablaba de la importancia del agradecimiento, me quede pensando en qué tanto estaba siendo agradecida, y qué tanto estaba en queja, es algo fuerte pero es necesario hacerse preguntas incómodas.
La realidad es que no siempre lo hago al 100, pero desde que conocí a Jesús, el recordar su amor y su perdón me mantienen firme en no querer darle lugar a lo incorrecto, cuando recurrro a la queja, voy delante de Dios y le pido perdón por desenfocarme y Él en su infinita gracia me recuerda que siempre estará conmigo para ayudarme, Él nunca nos dejará, nunca nos soltará.
Dios me ha mostrado que tener un corazón agradecido habla de que confiamos en Él y no en las circunstancias, que tú sabes que el Señor está obrando, aunque no lo puedas ver. El mantenerte agradecido te lleva a vivir una vida en contentamiento, en gozo y en alegría.
PODEMOS ESTAR AGRADECIDAS POR:
– Por el sacrificio de Cristo Jesús, el sacrificio precioso que Jesús hizo en la cruz, ese sacrificio que trajo libertad, que trajo perdón.
– Porque hoy amanecimos.
– Porque estamos respirando.
– Porque tenemos alimento en nuestra mesa.
– Porque hay trabajo.
– Porque hay un medio en donde el Señor nos está enseñando de su palabra.
Dad gracias a Dios en todo, alabad al Señor porque Él es bueno, porque su amor perdura para siempre, dar gracias a Dios por la sangre preciosa de Jesucristo, dar gracias a Dios porque estamos vivas. Dar gracias a Dios porque hay alegría, gozo, esperanza, misericordia, paz, hay favor.
Cuando tú empiezas a agradecer a Dios, empiezas a ver tus circunstancias más pequeñas y empiezas a ver la grandeza de Dios, Él está por encima de lo que estás atravesando. Él está por encima de esos pensamientos que a veces no te dejan dormir. Por encima del problema económico, del problema de salud, en fin, el agradecimiento es la llave para permanecer en la paz de Cristo y en la seguridad de su amor.
Salmos 136
1 Alabad a Jehová, porque él es bueno,
Porque para siempre es su misericordia.
2 Alabad al Dios de los dioses,
Porque para siempre es su misericordia.
3 Alabad al Señor de los señores,
Porque para siempre es su misericordia.
4 Al único que hace grandes maravillas,
Porque para siempre es su misericordia.
5 Al que hizo los cielos con entendimiento,
Porque para siempre es su misericordia.
6 Al que extendió la tierra sobre las aguas,
Porque para siempre es su misericordia.
7 Al que hizo las grandes lumbreras,
Porque para siempre es su misericordia.
8 El sol para que señorease en el día,
Porque para siempre es su misericordia.
9 La luna y las estrellas para que señoreasen en la noche,
Porque para siempre es su misericordia.
¿Y tú? ¿Por qué estás agradecida? ¿Por qué quieres darle gracias a Dios?